La primavera es la estación del brote que nace y crece fuerte en su flexibilidad y capacidad de adaptación. Época de sacar fuera todo lo que ya no nos sirve; igual que limpiamos la maleza del jardín para favorecer los nuevos brotes, plantas y flores, asimismo potenciamos nuestras cualidades, extendemos nuestras ramas, estiramos en uno largo y desperezador bostezo todo nuestro cuerpo, expandiéndonos en flexibilidad y energía vital, “listos para aflorar”